miércoles, 8 de junio de 2011

Animal


Si pudiera detener esta adicción, controlar esta debilidad que recorre mis venas, que embriaga mi alma cada vez más cantidad de mi tiempo, si pudiera hacerle una trampa al sentimiento que corre furioso tras ese juzgado instinto, si tan solo fuera capaz de ejercer un dominio mayor de mi ser. Después de un tiempo de sacrificios, ¿no llega hacia el corazón del monje ese deseo de correr?...
el control de mi cuerpo mediante el ejercicio, los intentos de supresión de varios de mis deseos, el despoje de las pasiones solo en el baile, se vuelve, después de un tiempo de esta rutina de control, salvajismo descarriado, llanto sin posibilidad de contención, gritos internos pujantes...tanto aguante se vuelve más que expresión artística...¡se vuelve animal! Me dan ganas de salir del camino establecido por el mundo y hacer lo que quiera, a pesar de los juicios en mi contra, me muero por obedecer a la pasión descontrolada, a los deseos furiosos...quiero esa terapia de gritos en medio de la nada! Sin el temor a que después el amor se empieze a imprometer en ese animal instintivo, sin creer que si o si tendré que caer después de ese olimpo de sensaciones.

Veo desde esta posición de juicio, como mis acciones han seguido siendo negativas para el mundo, a pesar de mi poco remordimiento y mi nueva agilidad para esquivar la opinión externa, sigue existiendo una presión importante, aunque intente hacerme la ciega, ahí estan esos ojos observando mi actuar, en especial esos que se acercan cada vez más , no digo que sea una gran audiencia imaginaria observándome, sino un par de seres que amo, que supuestamente quieren lo mejor para mi, que me hacen rechinar los dientes en la noche, para dejar de pensar en ese fantasma que cada cierto tiempo ronda los libros, y paredes de mi pieza y a este ser carnal envuelto en mis sábanas, que poco a poco se infiltra en mis recovecos y me deja sin aliento cuando con sus dedos excava en mis raíces, sin darse cuenta que hay una música de castañuelas en el fondo de la escena, sin darse cuenta de las fotos en que agonizo, de las uñas mordiendo el filo del alma, sin notar que estoy a punto de tirarme al vacío emocional que implica este juego, sin darse cuenta de los suspiros aprisionados en el espacio de ambos, porque yo quiero dejarlos ahí, pero no lo sabe, no se da cuenta de nada, no quiere darse cuenta...cierra los ojos y descansa pensando en otro universo donde quepan sus manías, sus vaivenes, su animal salvaje mucho más instintivo que el mío.
Para ser sincera, debo aceptar que, aunque sé que mi primitivismo sigue ahí (negarlo sería muy descarado), su expresión pura, la del principio, se ha difuminado...han ganado fuerza los sentimientos, el verdadero yo sale de a poco a la luz. Siempre es un riesgo mostrarse tal cual se es...yo he tenido miedo mucho tiempo, pero no me di ni cuenta cuando empezé a adorar esos detalles en silencio, sin decirle a nadie, de a poco, de a poco...

jueves, 2 de junio de 2011

Narciso



Si el dolor que produce el amor tuviera albergue en el cuerpo, sería en la boca del estómago, donde carcome un fuego estrellado que va avanzando hacia la boca, empujando el aire hacia un grito vagabundo en medio de una noche sorda. Si el amor tan solo fuera cuerpo, una sensación primitiva comprendida entre estímulos, receptores y vías nerviosas no estaría aquí cuestionando su funcionamiento, no tendría porque derramar estas lágrimas...Ojalá fuera tan simple.
Quiero que me digas amor
que no todo fue naufragar
por haber creido que amar
era el verbo más bello


Tal vez sería más fácil amar si hubiera tenido otra percepción del verbo, si me hubieran enseñado a decir "te amo" a mis hermanos, a mi mamá...a no sentirme culpable al decírselo a mis mejores amigas. Quiero gobernar el verbo desde otra perspectiva, donde no exista ese dolor patológico que siempre confundi entre enojos, malos ratos..quiero proponerme nuevas metas en cuanto a los sentimientos...amarme a mi misma de partida no ha sido fácil, aún no creo dominar ese arte, por que es eso lo que me parece...a ratos un privilegio para algunos pocos afortunados con soporte emocional alimentado de experiencias positivas en su vida. Quiero transformarme en esos, quiero cultivar mis mejores aspectos hasta creer en ellos lo suficiente para establecer la confianza justa, sin arrogancia entremedio.

Las tareas que tengo, los pasos que debo dar hasta lograr todas esas metas que me he propuesto, me tienen tan cansada, estoy angustiada de antemano por mirar el camino trazado que debo seguir...cómo es posible que lo recorra fácilmente si esta lleno de escombros, de putrefacción... ahí llega ese espíritu a decirme que es mi misión y no de otro, hacerme el paso entre la basura para avanzar, dar vuelta la página para seguir escribiendo un futuro, una nueva visión de la vida. Es difícil ir contruyendo a partir de cero, pero es aún más difícil edificar sobre las ruinas de un edificio antiguo.

Siento como voy por el mundo a tientas, con una benda en los ojos, pintando un mundo como se crea en mi mente, guiándome por las palmas de alguno que quiera guiarme, pero nadie tiene tanta paciencia, por lo que en la soledad debo aprender a amarme a mi misma, voy cultivando mi amor a partir de la ceguera, sin darme cuenta que es mejor así..tal como aquel ciego yo debiera aprender:

Dios me cerró los ojos...ahora puedo ver.

Si todos pensaramos así, mi dolor de cabeza sobre los prototipos y las apariencias, no sería tema.

Dime, Rafael de León...esta vez quiero sentir que es tú palma la que me guia...

No sé que mano cristiana abrió una mañana mi puerta de repente, luz que cortó en mil pedazos como un navajazo la venda de mi frente.
Me quitaron la ceguera con un cuchillo de compasión y hoy va solo por la acera sin lazarillo mi corazón.