miércoles, 28 de septiembre de 2011

Suspicaz


El cuestionamiento rodea mi vida entera, ya no existen conceptos limpios de pecado, no hay frases que no escondan algún sentido oculto, por eso debo tener la mirada atenta al secreto que guarda cada palabra, debo estar alerta
...y es que hay mentiras que sientan tan bien
que parecen verdades ocultas...

La suspicacia es un arma de doble filo, trae consigo el desdén a otros, porque se hace inevitable visualizar un objetivo oculto tras las palabras, tras las acciones exageradas, tras tantos movimientos "sin sentido" del ser humano, de algún modo se hace necesario enriquecer el pensamiento con deducciones, que si son expresadas, traen consigo, casi de manera inherente, el juicio de quien te escucha
... así que si me mientes, miénteme bien
porque hoy quiero engañarme de nuevo...

De alguna forma criticar el mundo que nos rodea, después de ver la realidad, te hace ser distinto para mal, te hace sufrir, sentir el fracaso, angustiarte por querer que todos cuestionen ( o a lo menos identifiquen) el sistema en que están inmersos, pero como estamos adormecidos, embrutecidos con palabras que parecen dulces, que parecen casi inducir la libertad, pero que son descaradas mentiras...entonces nos estancamos
...o dejarme arrastrar noche abajo de nuevo
hacia otra madrugada bohemia...