jueves, 12 de enero de 2012

Tradicional el amor


El balance pudo ser positivo en otro momento
pero cuando aparece el ánimo de celos
ya no hay nada que endulce la molestia de invierno lluvioso en la boca del estómago
al final de la caída de los brazos cuando se detiene el movimiento insulso y empieza el gesto
empieza la noción de nueva adquisición y por tanto de estúpida propiedad
estúpida idea de lo ganado, de lo mío.

Que no se confunda de nuevo con el amor
porque ese capitalismo no pensó en el otro en su creación
y esa neo-liberalidad es la que te hace sentir lo tuyo
lo propiamente tuyo
lo por dominancia tuyo.

Si de pronto se vuelve amor
si de pronto se olvidan de los criterios de dominancia
que solían acercarse como fieras salvajes a desgarrarme la carne,
entonces la libertad se expresará en forma de capullos naranjas
como el sol de despertar que se proyecta infinito
en las paredes agrietadas de los recuerdos amorosos
de una época donde no se razonaba con los sentimientos
tan profundos como el mismísimo amor.