lunes, 2 de mayo de 2011

Perfección



Analizando el lenguaje como propuso Chomsky, desde una visión explicativa de la ciencia, desde una perspectiva universalista y global, me doy cuenta que la competencia, asi como los atributos físicos considerados normales, probablemente tiene arraigado para su comprensión un concepto de perfección, donde quien no se ajusta a la norma se excluye de la sociedad, pero para esto es necesario aclarar que la competencia es el conjunto de reglas que posee un hablante/oyente ideal, por lo tanto no existiría una concepción de "perfección" en la realidad, ya que sería intrometernos al plano de la actuación lingüística.

Aún me cuesta mucho entender cómo podemos medir la competencia, basándome en los experimentos psicolingüísticos y en neurología, podría decir que es posible objetivar aquel conjunto de reglas, pero si al final lo que llevamos a cabo es la actuación, ¿cómo es posible encontrar en mi medición una fiel representación de la competencia lingüística? A mi juicio no es posible. De partida porque la competencia es una abstracción, una idealización de algo sinceramente imposible. Al final todo se conforma por mil influencias de diversos contextos, de distintas ciencias, al final todo me lleva a creer más en Vygotski.
¿Cómo podré decir siquiera que poseo la competencia que dice Chomsky si esta fue concebida como un modelo de perfección de conocimiento sobre la sintaxis y no un modelo de mi concepción de las reglas a partir de la conjugación de ciertas vivencias y ciertas experiencias de vida?

Todo esto me hace pensar en los rangos de perfección impuestos por la sociedad, por una formación entera de "súperyo". Estoy tan agotada de luchar contra esos patrones preestablecidos, que creo que me estoy rindiendo, empiezo a sentir el agobio frente a un núcleo social con estructura basada en la adoración a los prototipos y estereotipos. Sé que aún no caigo del todo, porque al ver a esas princesitas rubias, llenas de maquillaje, con vestidos rosados no siento otra cosa que asco, repudio. Es injusto que yo misma sienta la necesidad en la mañana de estropear las pocas pestañas que tengo con un líquido parecido a caca de algún ave con melena. ¡Es injusta esta presión! Ojalá no hubiera tenido nunca esta formación, probablemente inconsciente por parte de mi madre, que ejerció con particular fuerza sobre mi, en comparación a otras mujeres de mi edad, y que hoy en día esta repercutiendo negativamente en mis relaciones interpersonales, en especial con mis amigos.
Mi formación de geisha, de atender al otro es quizás un problemas de país más que algo personasl, pero la verdad es que no he visto a mis amigas con problemas por eso, porque en algún momento alguien les enseñó a luchar por sus derechos y a reconocer un equilibrio, que yo aún ando buscando por las calles de Santiago. Donde habrá quedado, en que inundado baúl estará mi capacidad de gritar, de negarme, de decir lo que creo, de objetar cuando algo no me parece bien...¿dónde esta esa autoestima que me debería decir: eres importante?. Si en algo tiene influencia preponderante el prototipo social para mi, es en este tema, es mi miedo a ser rechazada por no sonreir, por no mostrar mi mejor careta, el miedo a que me dejen de hablar por enojarme o demostrar desición. Probablemente esto ha sucedido por que justamente quienes me rodean tienen una capacidad extraordinaria para reconocer mi labilidad, y todos, todos sin excepción se aprovechan de ella dando vuelta las situaciones y encargándose ante todo de hacerme sentir culpable por expresar mis disgustos.
Aún así, quisiera empezar a gobernarme y ser capaz de escuchar el grito de mi alma, ya empiezo a rogar por mi capacidad de expresión, pero al final le hecho la culpa a tanta otra gente, me escudo tanto frente a la reacción de otros, que me cuesta decidirme a cambiar, no sé porqué creo que tiene que venir alguien externo a cambiar lo malo por mi.

Prototipos, lo que se espera de cada persona, la imagen que queremos dejarle a otros al final es un constructo propio, es como decidí ser...antes no me hacía sufrir, ni siquiera pensar, me sentía bien conmigo misma con respecto a eso, creía que podía hacerme respetar...grave error.
Se esta volviendo una noche eterna sin sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario